- 25 mar 2016
- diseño web , gestor de contenidos , blog , SEO , posicionamiento , internet , mantenimiento
Es que yo tengo un sobrino...
Se han preguntado alguna vez, cuánto cuesta hacer un análisis regular de sangre, o quizás el coste de mantener productos en cámara de frío, o incluso como cuánto es el precio de realizar una obra de arte. Cuando pienso en esto, pienso en las reuniones que como responsable debo mantener con futuros clientes.
A la hora de mantener un primer contacto con un posible cliente, muchas veces estoy a la espera del famoso “es que yo tengo un sobrino…” cuando me dicen estas cosas, es como si apareciera Massiel cantando su eurovisiva canción “La,La,La”. Este es el momento en el que el cliente ya ha perdido todo interés en saber las garantías de un diseño web que podemos ofrecerle, el servicio de mantenimiento posible para su proyecto web, o mucho peor aún, el poder mejorar el proyecto inicial con garantías post venta. Estas tres cosas que son tan obvias, muchos, muchos posibles clientes lo dejan en un segundo plano.
Los posibles clientes ven algo que aparece en Internet, quieren eso, pero desconocen el cómo se hace y cuánto tiempo de desarrollo conlleva. Al ver muchas herramientas gratuitas en Internet, piensan, como su sobrino, que es fácil y muy barato. Lo que este posible cliente no ve es que tener lo que tiene todo el mundo, no es tan barato y mucho menos tener algo que no tiene casi todo el mundo.
No voy a agobiarles aquí con lo que significa programar un gestor de contenidos, crear un blog personalizado, desarrollar una web corporativa autogestionada o realizar un proyecto web con posicionamiento SEO natural que funcione. Lo que sí les puedo garantizar es que ni es tan sencillo que su sobrino se lo haga y mucho menos tan barato que el trabajo bien hecho no merezca el coste real que se solicita en todas las ocasiones que entregamos un presupuesto.
Hoy en día, y precisamente a las muchas herramientas gratuitas que existen, se puede hacer una web decente y económica, eso no lo niego, pero de ahí a tener un seguimiento y mejoras progresivas va un trecho. Esto es motivado porque si bien es verdad, hay herramientas gratuitas, la mayoría de las empresas de mediano o pequeño calibre no tienen personal que pueda llevar acabo todo lo que se les pide. Aquí es cuando comienza el viacrucis del famoso empresario “Es que yo tengo un sobrino”. El porqué es bien sencillo, porque si bien es verdad que ese sobrino tiene conocimientos de informática y puede agarrar una plantilla y podrá poner cuatro fotos y un texto, esa persona no está contratada, no tiene garantías de seguimiento, compromiso y a la menor complicación dejará el proyecto abandonado. El tiempo cuesta, y eso es lo que hace la diferencia entre aficionados y profesionales.
Por todo esto es por lo que si usted tiene un sobrino o un primo que dice tener conocimientos de informática y que le puede hacer su página web o un gestor de contenidos, mejor deje a su sobrino con sus padres y vea a su alrededor empresas que viendo sus proyectos le garanticen seriedad. Su negocio no depende de un familiar que “sabe” de informática, su negocio en Internet depende de empresas con servicios en Internet o profesionales independientes que le den garantías.
Víctor Hernández González